El Ser Humano Destructor de la Naturaleza
Por Mayra Mena y Gato Azul*
El hombre se ha relacionado con su ambiente desde tiempos remotos, en términos biológicos y sociales; realizando ajustes con base a interacciones ecológicas le ha sido posible adaptarse mediante mecanismos fisiológicos y químicos.
El hombre se ha relacionado con su ambiente desde tiempos remotos, en términos biológicos y sociales; realizando ajustes con base a interacciones ecológicas le ha sido posible adaptarse mediante mecanismos fisiológicos y químicos.
Sin embargo, se ha dificultado para el hombre mantener en equilibrio la relación con los demás seres vivos y con el medio ambiente debido a distintos factores como son: la facilidad que el hombre ha mostrado para modificar el ambiente adaptándolo a sus necesidades, el aprovechamiento desmedido de recursos naturales para el consumo, al igual que el aprovechamiento de éstos para usos prácticos, la sobreexplotación de los animales productivos de alimentos, invasión a los hábitats de distintas especies, alteraciones en el suelo ocasionando su erosión. De esta manera hemos asumido una idea “antropocentrista”, olvidándonos de que nosotros somos parte de la naturaleza y no dueños de ella; sin percatarnos de que sólo somos una pequeña parte de ella. Sin los seres humanos nuestro lugar en este planeta sería aprovechado por otras especias sin afectar el ambiente y manteniéndolo inmutable.
Todos estos principios llevan a la simple tarea de respetar el hábitat de los animales silvestres, los domésticos, retribuirles algo por el beneficio que nos brindan, no privarlos de su libertad, permitirles expresar comportamientos necesarios, etc.
Hasta nuestros días podemos darnos cuenta que los métodos que se han utilizado para interactuar con el resto de los seres vivos ha sido insuficiente, se puede ver reflejado en los problemas medioambientales que se enfrentan actualmente. Es necesario un sistema que integre todo tipo de vida y no excluya a los demás.
Sin olvidar que compartimos muchas necesidades como lo son las de libertad de expresión, un lugar adecuado para habitar, alimentación, comunicación con los de cada especie, la expresión de emociones aunque de una manera distinta a la nuestra. Teniendo presente estos puntos vitales para todo ser vivo podrá darse un comienzo para el equilibrio ecológico.
Si es verdad, el Ser Humano es la especie que más ha desarrollado su capacidad intelectual dentro de la evolución, pero esto no significa que sea un “Ser Supremo” ante las demás especies del planeta. Los Seres Humanos tenemos la gran responsabilidad de preservar el equilibrio ecológico en el planeta, debemos evitar un colapso en los ecosistemas y la pérdida de éstos, con el pretexto de obtener recursos para satisfacer las propias necesidades. Tenemos la responsabilidad de recuperar el equilibrio ecológico y de lograr una convivencia equitativa con todos los seres vivos del planeta, es una idea utópica, pero a fin de cuentas es nuestra responsabilidad.
*Estudiantes de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, UNAM