Chile: Por qué defienden la educación en las calles


Desde la dictadura de Pinochet, las calles de Santiago de Chile no registraban disturbios como los que se vieron en los últimos días. Así lo han reconocido los propios funcionarios. ¿El motivo? Nada menos que la educación.

Puede sorprender que un pueblo se movilice hasta el extremo de la violencia pidiendo mejorar su calidad educativa. Al menos en Argentina no estamos acostumbrados a ver eso. Los porcentajes son también para el asombro: un 80% de la población apoya las demandas de los estudiantes, frente a un Piñera cuya popularidad que exactamente un año tocaba picos altos debido al rescate de los mineros, ahora registra el porcentaje más bajo, un 35% de apoyo frente a un 53% de rechazo.

Desde que asumió Piñera, ésta es la primera revuelta popular significativa y está comandada por estudiantes exclusivamente, y por si fuera poco, son éstos últimos quienes ahora le dan al Gobierno seis días para que entregue una respuesta “seria” a sus demandas. Acusan además a Piñera de tener “una desconexión tremenda con la realidad”.

¿Cuál es el problema?

Básicamente la cuestión pasa por un concepto social de la educación que se enfrenta con un modelo - según denuncian- elitista promovido por el Estado. Que además no es una invención de Piñera sino que ya tiene un par de décadas. En Chile no estudia cualquiera; sobre todo en la educación universitaria cuyo arancel promedio supera los U$S 3.000.

En la región, Chile es el único país con aranceles altos en la universidad. En la Argentina no sólo es gratuita sino que además se otorgan alrededor de 47.000 becas. En Uruguay ocurre algo parecido; las cifras dicen que el 80% de los estudiantes universitarios concurren en forma gratuita, a un sistema abierto y sin examen de ingreso.

Pero además de la cuestión universitaria, los estudiantes están pidiendo un mayor financiamiento del Estado para ampliar y mejorar la educación pública.

Piden también que la educación estatal esté garantizada y se perfeccione el sistema de financiamiento –y esto es lo interesante- con fondos de empresas púbicas.

Quieren también que el Estado vuelva a tomar las riendas en el control de la educación básica, y quizás lo más interesante de todo es que quieren ampliar el sistema de becas para estudiantes y mejorar la calidad educativa de los docentes.

Sobre el último punto, el Ministro de Educación chileno ha dicho que la solución es remover al 5% de los docentes de sus puestos de trabajo, con eso basta para lograr que la educación chilena tenga profesores de calidad.

Pero es Juan García Huidobro, Decano de la Facultad de Educación en Santiago quien define por dónde pasa la cuestión, y es la “brutal desigualdad” social que se manifiesta en las aulas y cuya solución transcurre solamente por una decisión política, que no se toma porque el sistema está concebido para mantener las diferencias de clase y no para superarlas.

Con ser uno de los sistemas educativos más modernos y efectivos de la región, la cifras de la inversión en Chile en este campo las califican de “desastre”. Según las estadísticas, el 85% de la educación universitaria está financiado por las familias y sólo el 15% restante lo pone el Estado, y no lo hace mediante partidas en efectivo sino por medio de becas.

Lo contrario, donde el 85% lo pone el Estado son los países de punta como Estados Unidos, Inglaterra y Japón para quienes la educación debe “ser un sistema de lujo”.

En Argentina

Según datos de la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), para marzo del corriente año, sólo el 40% de los países latinoamericanos han superado el 5% del PBI de inversión en educación. Entre estos a al cabeza están Brasil, Argentina, Costa Rica y Cuba.

La pregunta sería entonces porqué razón ese esfuerzo económico no se refleja en la realidad donde se ve cada vez mayor desidia y resistencia a la autoridad, una caída pronunciada en la calidad cultural de los alumnos y docentes.

La cuestión tal vez no sea que todo pase por mayor dinero sino mejor política educativa, una de cuyas bases debe ser la vuelta al concepto de autoridad, al de esfuerzo y contracción al estudio, y no el facilismo con que hoy se enseña, por llamar de alguna manera lo que se da en las aulas.
El problema es demasiado profundo para intentar resolverlo en breves líneas, sin duda. Pero al menos quizás pueda servir para iniciar un debate sobre esto que nos pasa frente a la realidad que vive el vecino país.

En Chile, los jóvenes salen a la calle a reclamar un sistema que les permita estudiar mejor, aquí, en Argentina, los jóvenes toman establecimientos y los destruyen pidiendo como estudiar menos.
Si estamos a la cabeza de los países que invierten en educación, entonces ¿por qué estamos así?


Fuente: http://www.elintransigente.com/notas/2011/8/7/chile-defienden-educacion-calles-96149.asp
Posted on 14:09 by RevolucionaMX and filed under , , | 0 Comments »

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